Voluntariado en Guatemala, otra manera de viajar
No vamos a olvidar nunca nuestro voluntariado en Guatemala. Esta vuelta al mundo nos está trayendo momentos geniales y lugares alucinantes, pero estos días van más allá de todas esas experiencias viajeras.
Te explicamos cómo y dónde hacer voluntariado en Guatemala, por si te apetece vivir esta experiencia vital. También puedes ver o escuchar parte de lo que te contamos aquí, en nuestras Instagram Stories destacadas y en el podcast de viajes a Guatemala.
Unir tu viaje con un voluntariado en Guatemala
Viajar a Guatemala con una etapa de voluntariado lo convierte en mucho más que un mero viaje, por muy impresionante que sea el lugar que visitas. Va más allá de lo que puedas ayudar durante una temporada, o de lo que puedas aportar.
Es eso que te llevas en la maleta sin que pese un gramo. Las ganas de poder hacer mucho más, de quedarte más tiempo y de agradecer el haber podido estar en un proyecto de voluntariado en Guatemala.
Son las raíces que echas en un lugar que no conocías de nada y que sabes que seguirán creciendo dentro de ti mucho más tiempo. Ya habíamos probado la experiencia del voluntariado en Perú, pero este proyecto de Guatemala lo superó con creces.
En nuestro caso, vivimos esos días de voluntariado en Guatemala de manera muy intensa con la erupción del Volcán de Fuego. Ayudamos como pudimos mientras lo contábamos en directo, y aún con la catástrofe, no lo hubiéramos cambiado por una playa paradisíaca o por el lugar más seguro del mundo.
¿Dónde hacer voluntariado en Guatemala?
El proyecto de voluntariado donde estuvimos en Guatemala se llama Steps of Hope (Pasos de Esperanza), y no podía tener mejor nombre. Lo creó Jessalyn, una chica norteamericana que ya es medio guatemalteca, y encontró en Ana y Sandra, las “seños” de la escuelita, la ayuda perfecta.
Tres corazones con nombre propio que hacen posible que los niños después de sus clases diarias, vengan preguntando por su “seño” y por la “refacción” (merienda) con unas ganas que te hacen alucinar, y que te empañan un poquito los ojos el primer día, pero que enseguida se sustituye por una sonrisa inmensa que no desaparece hasta que te vas.
El primer día te preguntas cuál es el secreto para que los niños vayan con esas ganas a un lugar donde nadie les obliga a estar, a recibir más clases que las del colegio, y todo de manera voluntaria.
De primeras te extraña que mientras tú sólo has visto el callejón polvoriento y sin asfaltar donde se encuentra el proyecto de voluntariado, a hombres durmiendo la borrachera a la puerta de la cantina cercana (algunos de ellos, papás de los chicos que van a clase) o a niños trabajando por las calles con carretillas, encuentres siempre risas dentro de la escuela y a niños tan responsables, con la realidad que les rodea.
Te están a punto de caerte las lágrimas, pero te encuentras a los niños que salen corriendo a buscarte, disfrazados o a punto de hacerlo, antes de merendar para luego ponerse a repasar las vocales que han estudiado en la escuela. Algunos de ellos es lo único que comen en todo el día.
Otros niños encuentran en este proyecto ese ratito de apoyo y de cariño que no tienen en casa, porque los adultos han salido de madrugada para llegar hasta la ciudad cercana a vender sus productos y no llegarán hasta la noche.
Sensaciones
Entonces empiezas a entender la alegría de los peques, el cariño que le ponen Ana y Sandra a cada clase, el empeño de Jessalyn de hacerlo crecer y la sonrisa que se te dibuja en la cara al ser parte de ello. Ya sabes el secreto. Fuera habrá otra realidad brutal, pero en esta escuelita hay esperanza. Pasos de Esperanza hacia otra posible realidad para los niños.
Ya estás contagiado, ya no hay pesimismo en lo que ves. Te encanta el mercado local donde cada día las mujeres del pueblo venden frutas sin refrigerar e iguanas fritas para comer allí mismo o llevar a casa.
Disfrutas madrugando para viajar en un antiguo bus que perteneció a las escuelas americanas, viejo pero pintado de mil colores o haciendo cada tarde una tortilla de patata para la merienda de los peques y que te pregunten si pueden coger otro trozo más.
Y sobre todo, te emocionas cuando los niños te llaman “seño” a ti también, y que desde el primer momento te hayan hecho sentir como en casa.
🎦 En este vídeo te mostramos cómo es este proyecto de voluntariado en Guatemala:
¿Cómo hacer voluntariado en Guatemala?
Nosotros contactamos con Voluntariado con ONG’s y se encargaron de todo. Ten en cuenta que la gestión no es gratuita, pero si no sabes cómo hacer un voluntariado Guatemala, es una opción genial y segura.
Terminamos con una de esas experiencias viajeras que supera todos los sitios que puedas conocer, un voluntariado en Guatemala. Y si no, pregunta a cualquiera que lo haya vivido.
¿Y tú, has hecho algún voluntariado mientras viajas? ¿Tienes algo que contarnos qué crees que puede ayudar a otros viajeros? ¡Déjanos tu comentario!
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voluntariado en el extranjero / 07/10/2020
Muy buenos consejos para los que vayan a emprender una aventura de este estilo. Les será muy útil contar con esta información. Buen trabajo
Joseba Montes / Author / 09/10/2020
Gracias!! Por ahora, esta ha sido nuestra mejor experiencia de voluntariado. Para recomendar al 100%