Ese gen viajero que no heredamos de nuestras madres

No sabemos de quién viene este afán. No sabemos de quién hemos heredado estas ganas de viajar, de conocer lugares diferentes, de disfrutar descubriendo lo que no habíamos visto antes, de pensar siempre en el siguiente destino. No sabemos de quién lo hemos aprendido. No sabemos de donde viene ese gen viajero, pero de nuestras madres no.

Lo sabemos. Sabemos que pensáis, qué es lo que se nos ha perdido a nosotros tan lejos cada vez que os contamos dónde vamos esta vez. Sabemos que no entendéis esas ganas de salir de casa a la más mínima ocasión, con lo agustito que se está allí según vosotras. Sabemos que os gustaría tenernos siempre cerca, que os llenásemos la casa de churumbeles y no de cuentos viajeros.

Sabemos que lo que más gracia os hace cuando os llamamos por teléfono desde “el extranjero” es qué hora es allí, y que lo que más os preocupa saber, es si estamos comiendo bien. Porque si comemos bien todo está bien, está claro.

Y que respiráis tranquilas cuando llegamos sobreviviendo a hipotéticas catástrofes que pueden pasar allá donde estamos. Porque en casa eso no pasa. Lo sabemos.

Lo sabemos y no podemos evitarlo. No podemos evitar seguir intentando transmitiros lo que sentimos, esa felicidad absoluta al coger un avión hacia un lugar completamente diferente, al pensar en lo que nos espera cuando aterricemos. No podemos evitar seguir intentando que entendáis que nos gusta cambiar dos platos y postre por aprender a rebañar el plato con palillos chinos. No podemos evitarlo.

Y que conste que en cada viaje nos acordamos de vosotras cada una de las veces que pensamos eso de “ay si me viese mi madre ahora mismo!” Esos momentos surrealistas en los que sabemos la cara que pondríais al vernos coger el autobús como un chino más y siendo los únicos occidentales montados allí.

Nos acordamos de vosotras cuando estamos tan agustito al otro lado del mundo y que nos pensamos seriamente si no deberíamos quedarnos por aquí…

Hoy nos acordamos de vosotras para daros las gracias por soportar este gen viajero a pesar de no llevarlo en vuestro ADN y deciros…. Feliz Día de la Madre!!” 😉